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"Competencia, competencia...¡cuántos atracos se cometen en tu nombre!"(Juan Cristobal Federico Goethe, escritor y poeta ponferradino)
Murcia no recaudará el impuesto de patrimonio
Zapatero, supervisor de nubes
Periodismo cutter
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Autonomias: mini estados insostenibles
En unas declaraciones de Bono, en una entrevista publicada el 4 de Septiembre de 2011, el que en esos momentos es aún Presidente del Congreso de Espanistan, reconoce que en las Autonomías lo que se hizo es reproducir el esquema del Estado. O sea, lo que tantas veces tantos hemos apuntado, que las Autonomías son Mini Estados insostenibles que han llevado a que sobre los españoles pesen 18 Gobiernos de hecho. Bono dice que ahora no tomaría muchas de las decisiones de entonces, cuando fue Presidente de Castilla La Mancha y que su cambio de mentalidad se debe a que “rectificar es de sabios y persistir en el error, de estúpidos”. Está muy bien que rectifique, desde luego, pero no es cosa baladí todo lo que hizo al montar un andamiaje burocrático insostenible económicamente que llevó a la ruina a la Comunidad Autónoma.
Lo que Bono da a entender es que hizo lo que hicieron todos: engordar la Administración regional como si se hubiera constituído en Estado. La Caja o Cajas de Ahorro de la región, se convirtieron en una especie de mini bancos centrales a los que recurrir para financiarse y para que los empresarios amigotes recibieran préstamos más allá de una prudente valoración de riesgos. Y todas las Autonomías se dotaron de sus correspondiente televisiones públicas desde las que hacer propaganda o inmersión lingüística en apoyo de lenguas regionales sin ningún futuro. Y todas querían tener trenes de alta velocidad, y aeropuertos, aunque no hubiera ni pasajeros ni aviones para tanta infraestructura cara.
A falta de una coordinación a nivel estatal, cada Autonomía hizo de su capa un sayo, gastando y dilapidando lo que no está escrito. Las Cajas de Ahorro acabaron descapitalizadas. Millones de metros cuadrados de terrenos que fueron recalificados alcanzando precios desorbitantes, han acabado criando ortigas y pesando como losas en los libros de las entidades financieras que prestaron dinero para tales despropósitos. El caciquismo se asentó en las regiones como si hubieramos vuelto al siglo XIX. Pero nadie parece ser el responsable. El Reino de las Autonomías es a su vez el Reino de la irresponsabilidad.