COMO APRENDIMOS A AMAR LA BOMBA
Vean que revelador album de cromos les traigo hoy. Una edición primorosamente ilustrada por Tomás Porto llegada a los kioscos españoles a finales de los cincuenta. Salvajes, calaveras, lanzas promete la cubierta; el interior, un amplio y variado catálogo de juguetes bélicos de todos los tiempos, de la cachiporra al misil, de la maza de pinchos a la metralleta, de la honda a la muy práctica granada de mano.
Mi sección preferida es esta de hoy, rotundamente titulada Bombas, que ilustra en imágenes de singular poder los variados artefactos usados para estos menesteres.
Prosa sintética, muy evocadora, con momentos realmente felices. Atroces como nosotros.
Aprendan la diferencia entre una bomba atómica y una bomba H. Disfruten la estética del napalm, el cohete Matador, la alegre bomba de fósforo. Aprecien sus formas armoniosas.
Minas antipersona y artilugios españoles de los que nunca han faltado por estas tierras. Colorines, bombas incendiarias, belleza de apocalipsis, misiles rojos, verdes y azules, formas perfectas sobre cielos en llamas: verdades contundentes. Cromos para los infantes del siglo XX.