Sí, veo la tele, he tenido una recaída. Lo disculpo porque en el fondo no me queda más remedio, y tampoco es cuestión de abandonar para siempre ese espectáculo de humor global que son los informativos.
Creo que fue ayer, cuando escuché una de esas noticias, de las clásicas de “según un estudio” o “según se desprende de” algo como…”Las familias españolas gastarán una media de 200 euros en alimentos para comidas navideñas”
Además se decía que en navidad tenemos la costumbre de comer algo especial y no sé cuantas bobabas más sobre las cenas de navidad en las que exprimían todo tipo de clásicos de frases de ascensor.
Hoy casi todos los informativos contaban que decenas de personas se subían y bajaban de un tren, nada nuevo de no ser por la paella.
Algunos madrileños afirmaban en la tele que estrenaban el AVE para ir a comerse una buena paella a Valencia y volver en el día. Todo presentado con un tufo pueblerino, rancio y costumbrista.
Haga la cuenta del precio del billete ida y vuelta por cabeza, el importe del paellón, las cervezas y la tarta al güisky para el niño, que ya es mayor de edad y no lo dude, la inauguración de AVE ha sido todo un éxito gastroeconómico. Porque claro, comer hay que comer.
Hasta el punto de que algunos medios “informan” del arroz bajo patrocinio de RENFE.
Renfe patrocina esta paella
Y que conste que no tengo mnada en contra de la paella, todo lo contrario.
Consulte aquí el ya clásico depósito universal de ranciedades #ranciofacts